A cualquier edad la actividad física es fundamental para mantenerse saludable , sin embargo es un hecho que a medida que el cuerpo envejece va perdiendo muchas de sus capacidades.
Después de los 40 años, el riesgo de osteoporosis o artritis aumenta significativamente, así como la posibilidad de sufrir problemas cardiovasculares, además de dolores de columna y otras afecciones provocadas por el estrés.
Por ello, es muy recomendable que las personas en esta etapa incorporen y mantengan en su vida el buen hábito de hacer ejercicio con frecuencia.

Entre las muchas actividades físicas que se pueden realizar, las más recomendadas son:
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Ejercicios cardiovasculares, como correr, bailar, remar o nadar. Rutinas de al menos 20 minutos seguidos y con una frecuencia de tres a cuatro veces por semana ayudarán a mantener tu corazón y sistema circulatorio en buena forma.
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Los ejercicios de alta intensidad como bailar, saltar la cuerda y jugar tenis, una o dos veces por semana, ayudan a mejorar la fuerza ósea, lo que disminuye el riesgo de enfermedades como la osteoporosis.
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El entrenamiento de fuerza , como las sentadillas o el levantamiento de pesas, mejora la resistencia y la flexibilidad de las articulaciones y, por tanto, es bueno para prevenir dolores y enfermedades como la artritis.
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Ejercicios para evitar la ansiedad, como el yoga, para un mejor manejo del estrés.
Aunque ningún ejercicio puede frenar el paso del tiempo, la actividad física garantiza una mejor calidad de vida en la edad avanzada.
¡Así que adelante, nunca es demasiado tarde para proteger tu cuerpo! No sólo podrás prevenir muchos problemas de salud, sino que también te ayudarán a verte y sentirte mejor, además de darle a tu cuerpo más energía para afrontar tu día a día.
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